domingo, 7 de enero de 2018

Luciérnaga sin luz

Se supone que lo siguiente a publicar sería una Luciérnaga sobre una película, una que se me antoja volver a ver, si el cansancio me lo permite en estos momentos, porque ahora no sé como me siento, me pierdo al querer regalarme una respuesta... estoy cansado o triste (?).

Con un fondo musical propuesto por The XX me siento en plenitud, en el equilibrio perfecto entre la tristeza y el sueño, porque llorar de esa manera cansa y te pone triste. Les cuento: en la madrugada rasgué mi alma mojada en lagrimas, lloré y maldije cada una de mis lamentaciones. Lloré con el aliento, me quedé sin aire, me halé el cabello y apreté mis extremidades... luego todo fue calma, como el viejo Córtazar alguna vez lo escribió, pero todo ello me había dejado sin fuerzas y perdido en la mitad de mi cama. Esta vez logré esquivar el peso sobre mí, pero no creo que vuelva a pasar.

Estoy perdido, sin luz, aguardo que alguien presione el interruptor que hay al lado de la puerta y espero que sea ella, un mensaje, una noticia, porque la sosobra me está acabando de hacer perder y ya no sé para donde mirar ni que tan lejos ir, no sé si quedarme sentado en un rincón y esperar, confiar en ella, en que volverá, porque no se despidió, porque quiero oírla, porque quiero verla, leerla, besarla y decirle toda palabra que despierte el amor dentro de mí.

Quizás termine viendo la película y pueda hacer un mejor comentario en la siguiente entrada.