sábado, 2 de mayo de 2020

Décimo Octava Luciérnaga - BTS - Black Swan. Escapar de los miedos

No sé mucho sobre BTS, solo lo que mi esposa me cuenta (ella si es maestra en el tema), pero si algo le he destacado a la agrupación son sus trabajos visuales - ya que no hablo coreano y su cultura no es tampoco la cosa más sencilla del mundo - su producción visual la consecución de fotogramas que llegan a mis ojos y que transmiten un mensaje con una iconografía típica de los estudios modernos, pero que apoyados en lo simbólico me taladran la cabeza, pensando: ¿qué carajos fue eso? ¿qué significa? ¿por qué? ¿por qué? ¿por qué? ¿por qué? ¿por qué? y de seguro hay una gran cantidad de vídeos en Youtube que atacan esas preguntas con infinidad de teorías desde las psicológicas hasta filosóficas o teológicas.

Para la muestra un pequeño boton https://www.youtube.com/watch?v=ja0iYBLJTY0

Este no va a ser uno de esos análisis, este será solo un comentario desde el más puro sentimiento.
El 17 de enero de este 2020, Big Hit, en campaña promocional del nuevo trabajo discográfico del grupo, liberó el vídeo-clip de uno de los nuevos sencillos del siguiente álbum, y ahí es donde comienza mi viaje.

Black Swan (Cisne Negro en español) es el nuevo sencillo de los chicos, pero este vídeo venía con algo diferente, algo que parecía extraño, y es que en este vídeo ellos ¡NO SALEN!, no serían los estelares, pero tampoco le abrirían el espacio a otros personajes de la farándula coreana o internacional,  esta vez los protagonistas serían los bailarines de una compañía de danza contemporánea eslovaca.

En un juego de medios planos-panoramicos-primeros planos los bailarines nos van llevando, por los rasposos suelos de lo que parece una bodega abandonada, con un enorme hueco en el techo que ilumina con gratitud sus movimientos, a lo que es una conversación interna con tus miedos y limitaciones.

Lo sencillo de este vídeo no le resta historia y sentimiento, elegancia y sutileza. La configuración entre un ambiente desolado y frío que te transmite, no únicamente soledad, también una ligera angustia, se ve marcado por una coreografía con movimientos largos y fluidos, con un uso del espacio magnifico, con una cámara estática que te hace sentir como en un teatro con la fantástica perspectiva de varios ángulos y encuadres tan cercanos que sientes poder tocar al bailarín. Es una experiencia impactante.

En esta historia nuestro bailarín principal aparece sin camisa, con la blancura de su piel destaca entre los medios tonos y tonos bajos que reinan, los demás bailarines lucen trajes oscuros que envuelven a nuestro cisne blanco que huye constantemente y se muestra en posición de batalla desde el comienzo, lucha pero no logra librarse de ellos. Es arrastrado a una jaula de luces de la que intenta huir de, pero se encuentra retenido por estas figuras oscuras hasta que en un impulso sale y la jaula desaparece.

La primera mitad del video transcurre en un nivel elevado del escenario donde se libra la lucha constante entre lo blanco y lo negro, la luz y la oscuridad. Con fuerza el blanco bailarin se libra de de sus opresores, pero... ¿quienes son ellos? los puedes llamar como quieras, son los miedos, los secretos, tu destino, tu vida, tu inconsciente que te reprime, eso de lo que no te puedes soltar por más que aleteemos con fuerza. 










La batalla termina (¿termina?) y nuestro cisne se contonea libre, se siente por fin capaz de volar sin miedo, aunque aun mantiene su tono altivo, hasta que en un momento se encuentra a sí mismo solo. Decide bajar la guardia y caminar hacia el primer nivel de la estructura, aunque desde nuestra perspectiva, este sería un nivel inferior, nuestro cisne está descendiendo, con paso firme, la música se detiene en su recorrido, la cámara muestra un plano general de su descenso por las escaleras, luego un primer plano del suelo y suena de nuevo la música, los pies blancos del bailarin aparecen y es recibido por sus cisnes negros, vuelve la lucha, pero esta vez se nota más confiado, no huye, lucha con cada uno,le persiguen, sí, pero sale de entre sus negras vestimentas hasta que se encuentra en una danza coordinada con todos ellos, hasta que en un acto de valentía salta sobre sus captores para ser elevado mientras aletea con fuerza, subiendo, no a ese primer nivel en el que comenzó esta historia, nuestro cisne blanco se eleva y la cámara con él hasta dejarlo atrás. 




No sé ustedes, pero al terminar el video tuve que verlo de nuevo y al momento de escribir esto volví a verlo unas 10 veces más para poder responder una pregunta ¿qué pasó aquí? y no encuentro respuesta más que en mí mismo. Las figuras negras que vemos son nuestros miedos, culpas y demás, lo oscuro que nos persigue. Nuestra primera reacción al ser atrapados es huir, correr y actuar de manera agresiva, como este cisne nos mostramos en una constante alerta y dispuestos a pelear. 

La jaula aparece de pronto mientras eres arrastrado, es ese sentimiento de estar acorralado, es la habitación oscura a la que todos le tememos, solo salimos de ella en un acto de fuerza o casualidad, dejamos atrás los miedos, somos valientes, pero es falso, no podemos vivir si miedo, sin nuestros secretos, sin nuestros errores, por eso cuando tenemos la sensación de estar libres de todo ello resultamos siendo egocéntricos y recaemos, descendemos a lo más profundo, para encontrarnos de nuevo con eso que pensamos olvidado. 

Ten en cuenta algo, estamos parados sobre nuestra oscuridad y nos inclinamos a la luz.


"Un bailarín muerde dos veces - la primera es cuando deja de bailar y esta muerte es la más dolorosa"
Martha Graham




No hay comentarios:

Publicar un comentario