
Hoy les quiero contar, o mejor, expresar mis lánguidos sentimientos; cosas raras, tramadoras, sentimientos en sepia, en ese tono que me encanta, porque mi vida la trato de vivir así, con ese filtro poco usado, ese tono de las paginas de los libros antiguos, de esos cuyas paginas huelen dulce - dan ganas de morder o lamer - pues así son mis sentimientos, medio viejitos, chapados a la antigua con un toque de modernidad confundida.
Soy un romántico, pero no del tipo romántico que se tiene idea ahora, me considero un romántico por que puedo expresar muchas de mis emociones, desde la más positiva hasta la más negativa, tal vez de una manera en ocasiones burda, nada bonita - aunque lo bonito y lo feo es tan relativo y a consideración de cada quién, (ahora comprenden cuando digo "modernidad confundida") - pero esa es mi manera de ser al final. ¿Por qué escribo esto? La verdad no lo sé, hace mucho que no publico y quería contar algo. Ya que este blog es un poco más casual, más simple, entonces quería en últimas contar un poco de lo que soy, un poco de lo que pretendo ser, tal vez no cuente lo que no soy, aunque eso sería para otro momento.
Ahora bien, el motivo de toda esta publicación, de todo este proceso de contar un poco sobre mí, es que la luna me inspira, me acompaña y que la he descubierto no sólo como luna, sino como una Lunática, una luna que me brinda ese tono en sepia que me gusta tanto, creo que a esa luna le debo el color de mi vida, el toque extraño que tiene, mis sentimientos poco comprensibles, esa mezcla entre persona líquida y sólida - Leer zygmunt bauman -. Esa luna loca y descontrolada, que en ocasiones llega enorme, en otras desaparece por noches, pero me canta en la distancia mientras me elevo como una nube para estar más cerca de ella y no perderme de su destello en sepia que tanto me gusta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario